12 DE OCTUBRE


Como Uds. sabrán hoy es 12 de octubre, nuestra fiesta nacional.

Los últimos años, he visto como las redes sociales, artículos de opinión, columnas de periódicos, se llenan de un slogan “12 de octubre nada que celebrar”. He visto a presidentes latinoamericanos exigir a nuestro país disculpas públicas por lo ocurrido, a nuestro actual gobierno (bajada de pantalones mediante) acceder a tales demandas, a gente quejarse de la contaminación que supone el desfile de las Fuerzas Armadas (eso sí, la calefacción de sus casas a 26º, no vayan a tener que ponerse una sudadera), a políticos hablar de desmilitarización… Que les voy a contar, si tanto Uds. como yo hemos visto casi de todo ya…

Por tanto, aquí, para quien la quiera, lleva su réplica: porque si, aunque haya caído en domingo, y aunque, al menos en la ciudad de Madrid, no nos hayan dado fiesta el lunes, aun con todo, ¡sí! 12 DE OCTUBRE, MUCHO QUE CELEBRAR.

El 12 de octubre celebramos nuestra fiesta nacional y es el día de nuestras Fuerzas Armadas, en conmemoración al DESCUBRIMIENTO de América en 1492 (discúlpenme de antemano si abuso en el presente de la letra mayúscula, pero considero necesario dejarme llevar por el sentimiento).

Porque efectivamente el continente americano estaba allí antes de que nosotros llegáramos y parece que eso impide que fuera descubierto. Pero tal afirmación no se basa sino en un erróneo concepto del emisor del mensaje, pues nada se conocía en Europa sobre el Nuevo Mundo (¡Fuck you terraplanistas!). Por tanto, al menos para nosotros, y remitiéndonos exclusivamente en el sentido etimológico del verbo descubrir, si, América fue descubierto el 12 de octubre de 1492.

Son muchas las cosas que decir en el presente y no quiero caer en el error de alargarme demasiado, por lo que a todos aquellos que consideren que el descubrimiento de américa fue un acto genocida y que debemos disculparnos por el mismo, solo puedo limitarme a rogarles un poco de inteligencia e información. Les ruego que miren la concepción de la vida y de la muerte con el prisma que se requiere, que no es otro que el del año 1492; les ruego que indaguen sobre los pacíficos ritos y formas de vida que seguían todas aquellas tribus pobladoras del nuevo continente, las cuales en absoluto exigían sacrificios humanos o aniquilación de tribus inferiores; les ruego consideren que aquellos primeros viajantes no fueron recibidos precisamente con collares de flores a su llegada; y sí, si quieren aquí llevan mis disculpas por llevarles la gripe, siempre condicionadas a que los nativos del nuevo continente se disculpen por agraciarnos con la sífilis.

Si el 12 de octubre requiere una disculpa, ardo en deseos de saber que le piden Uds. a los belgas, que no bastándoles el exterminio que realizó su Sr. Leopoldo II, en pleno siglo XX montaron en su Feria Mundial de Bruselas un “Jardín Tropical” con alrededor de 600 congoleños.

Como ya se habrán dado cuenta me gusta contarles anécdotas y batallitas. Hoy quiero contarles que, desde mi mayoría de edad, llevo organizando una comida con mis amigos de la infancia, el fin de semana adyacente a la festividad nacional. Una comida en la que nos pegamos un buen homenaje: vamos a un buen restaurante, pedimos un buen vino, y brindamos, brindamos por España, porque España lo merece, le pese a quien le pese.

Esta comida se hace por muchos motivos, y probablemente si preguntan a alguno de los asistentes, no habrá unanimidad en ellos. Quizá algunos solo tengan interés en divertirse, en pasar un rato con sus amigos de toda la vida, pero la mayoría puedo prometerles que lo llevamos más allá, que nos gusta festejar, que podríamos hacerlo otro día evidentemente, pero lo hacemos en la fecha referida porque la fiesta nacional merece perdurar, con sus motivos y con sus tradiciones.

Habrá tiempo, pues pretendo seguir escribiendo, para hacer un capítulo en exclusiva en relación con el acervo nacional. Pero hoy quiero centrarme, pues la urgencia de los continuos ataques me lo demanda, en parte de la simbología con que tal acervo se representa.

Cuando cuento la historia de esta comida el término que más se repite por desgracia es: Fachas. Cuando observo como desde un sector de la población se denosta la bandera, el himno, o la identidad del español en su conjunto so pretexto de: “la derecha se los ha apropiado”, no puedo sino mostrar estupefacción. ¿En qué momento el recoger lo que otros arrojaron, alabar lo que otros calumniaron, o hacer apología de aquello que a otros avergonzó se convirtió en apropiación?

Es absolutamente necesario, y puede parecer obvio, pero insisto en que apremia la urgencia, recordar, que nuestros símbolos son nuestros, nos pertenecen a todos, y no hay más necio que el que quiera salir del edredón que en una noche de inverno lo arropa con el argumento de que no le gustaba el color de la funda.

Nuestras fuerzas armadas, son nuestras, nos protegen a todos, mantienen la seguridad ciudadana, persiguen criminales, llevan el nombre de España a todos los rincones y, aunque, cada día con más dificultad por las directrices políticas, cumplen la imprescindible misión de guardar nuestras fronteras, tengan Uds. la ideología que tengan.

No quiero olvidarme, de mis compatriotas aragoneses, (particular agradecimiento a quien con estos pequeños escritos colabora) pues hoy es el día de la patrona de España y particularmente de la suya. Hoy también celebramos el día de la Virgen del Pilar, patrona de Aragón y de España.

Y es importante recordarlo, porque España también es esto, es un estado con una mayoría de ciudadanos y una cultura católica. Y pese a que alguno, esto también le molestara y quisiera acuñar el nuevo término para nuestra espiritualidad como nación de “aconfesional”, no hay mayor respuesta que la de la ciudadanía que se congracia de su fe, que celebra su amor ante los ojos de Dios, que permite que sus hijos sean bendecidos por él, y que llora, pero llora menos a sus difuntos sabiendo que volverán a reencontrarse en la otra vida.

Y pongan lo anterior en relación con mi momento favorito del día 12 de octubre, con el cambio de bandera, con el momento en el que se iza alta y ondea luciendo sangre y oro, mientras se conmemora a los caídos por la patria con la canción más hermosa que para tal momento se puede escuchar: “Tú le has devuelto a la vida, tú le has llevado a la luz”.  

Se que muchos echaran de menos muchas cosas en este capítulo, y les podría hablar durante horas de todas ellas se lo prometo, porque no hay vida que albergue tiempo suficiente para narrar las bondades de España y los españoles, pero tienen mi compromiso de que llegará… de que mientras esto dure, España y a mayores, sus maravillosas gentes estarán presentes.

Pero este domingo es 12 de octubre, y como tal, 12 de octubre TODO QUE CELEBAR.

Por favor, un pedimento para cerrar: no tengan miedo, no sientan complejo, no se avergüencen, en este caso de sus fiestas, de su cultura, de sus tradiciones, sus creencias y sus símbolos. No se avergüencen porque son afortunados de tenerlos, y solo aquel villano que, de la manera más vil y rastrera, conociendo que en la unidad de España, esta su fuerza, querrá criticar tales símbolos a fin de dividirles.

Parafraseando la mítica cita de Otto von Bismarck: España es la nación más fuerte del mundo, pues lleva siglos intentando autodestruirse y aún no lo ha conseguido. Así que, como esto va de pensar, me despido con un planteamiento, uno muy sencillo hoy.

¿Qué nos aguardaría el mundo si en la unidad de España fuésemos cual Fuenteovejuna todos a una?

Como siempre les digo: no esperen un final, no busquen una conclusión, ni tan siquiera, en este caso, mi opinión.

Feliz día 12 de octubre, feliz día de las Fuerzas Armadas, feliz día de la Fiesta Nacional, y como no, no tengo de que avergonzarme: ¡Viva España y su patrona la Virgen del Pilar!

 

Abrazos.

 

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